sábado, 28 de abril de 2012

NO ES BROMA

Las tres y media de la tarde. Momento siesta. En el televisor, los antílopes de La 2 saltan, se apretujan y zarandean como si no supieran que van a ser devorados por la leona que aguarda entre las altas hierbas de la sabana.
Mis ojos medio entornados  sucumben ante el murmullo del televisor que me canta una suave nana.  El sopor me invade. Vagamente acierto a oír algo sobre el río Nilo. Cabeceo.
¡RIIIIINNNNNGGGG!
¡ Dita sea! ¿ pero a quién se le ocurre ir de visita a estas horas?
El cartero no es, que ese pasa por la mañana. No abro, ¡ que llamen!
RRRRRRIIIIINNNNNGGGGGGGGGGGGG
El estridente timbrazo descuelga con furia el telefonillo del portero automático haciéndolo saltar con furia.
¡ Voy! ¡ Voy!  !¡ Ni la siesta se respeta ya!

Abro la puerta y ¡ Aaahhh! , sorpresa mayúscula. Mis ojos adquieren unas dimensiones  desorbitadas y mi mandíbula se descuelga  desencajándose hasta el dolor. Ante mí, plantado de pie, con su poderosa cola actuando como trípode veo un cocodrilo de tres metros  vestido con una gorra ridícula, que lleva en su barriga pegado una especie de dorsal de carreras donde puede leerse " LAVAMAT , DEVORA LA SUCIEDAD"
No doy crédito. Los de la publicidad tienen una imaginación calenturienta.¡ Mira que vestir a  alguien de cocodrilo! ¡  y qué disfraz tan bien hecho! , las fauces, su vientre escamoso, la espalda cubierta de placas óseas, las cuatro patas cortas rematadas en uñas puntiagudas... Qué mérito tiene el que esté metido dentro.
Escudriño los costados de la ... cosa esa que esta parada ante mí buscando una cremallera, botones, velcro, ¿ qué se yo? algo que me confirme que se tratade un disfraz. Pero no, es un auténtico y escamoso cocodrilo adulto que me sonríe ¿ pueden sonreír los cocodrilos? Por falta de dientes no será.  ¡ Qué pasada de dientes! alineados, amarillos. ¿No eran " Los ojos amarillos de los cocodrilos"?
 En todo caso me tiende una muestra de detergente. ¡Caray! ¡cómo está la cosa de achuchada que hasta los cocodrillos tienen que ganarse la pitanza con trabajillos temporales.!
Mi amigo me sonríe ¿ me sonríe con simpatía o con apetito?.
Desde luego no puedo negarme a tomar de su recién manicurada mano la muestra de detergente que me tiende. Sus ojos me parecern hipnóticos; ¿ me está giñando el ojo? Tentada estoy de dejarlo pasar para ver juntos el documental y que me narre de primera mano sus aventuras en el Nilo.

" Lavamat devora la suciedad" me dice entonces el saurio y ¡ qué voz la suya!; nada que ver con esa voz metálica que le ponen a los monstruos  en la televisión, voces enlatadas, como la de Dark Vader. Casi me parece estar escuchando a Paquito Valladares. ¿ será esto su reencarnación después de la muerte? ¿Tan mal se portó en vida? A lo peor es un castigo por recitar "El lagarto está lorando." Es evidente que recitar esa poesía ante un público adulto, requería profesionalidad y mucha "moral".

"Lavamat devora la suciedad".
 ¡Ay  Dios! si es capaz de decir otra cosa lo invito a salir.  Bueno, no se me pongan tan rancios. No me juzguen casquivana tan a la ligera. Si por mi vida han pasado buitres, cerdos,... ¿no podría ser el caso? Gurruchaga decía "Yo soy tu lobo". ¿ No podría cantar este espécimen: " Devórame otra vez"?

Desafortunadamente y como tantos otros, aparte de medir más de dos metros incluida la cola, no tiene conversación, ni otras gracias. ¡Lástima!

Ahora,  eso sí, desde aquel día somos inseparables....... mi detergente y yo. NO LO CAMBIO POR NADA
¿ Qué se habían creído?

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