EL GOCE CONTINUO
[Binomio mágico: Quién-Minifalda]
No sé quién me había dicho que tenía
que tener mucho cuidado con ella, es decir, con mi imaginación calenturienta,
que a veces me juega muy malas pasadas.
Esta vez ocurrió en la parada del
autobús. Yo dormitaba en la fresca y neblinosa mañana de abril, cuando al
llegar a la parada, la vi cómo subía al vehículo que me transportaba desde
hacía un rato. Lo primero que me llamó la atención era su cabeza: media melena
y un rostro ovalado de enigmática belleza en el que resplandecían unos ojos
risueños. Del resto de su cuerpo, destacaban las hermosas piernas que dejaba
ver la minifalda estampada que vestía. Por algunos segundos, deseé
ardientemente que se sentara a mi lado, aunque al mismo tiempo experimenté
embarazo al presentir la proximidad física de su persona. Se acercó, no
obstante, a mí lo suficiente como para que notara la fragancia que exhalaba,
mitad sándalo, mitad azahar, y otra tercera mitad mágica que sería el perfume natural
de su propia piel. Creo recordar que en algún momento de nuestro común viaje se
volvió hacia mí y me miró. O tal vez no lo hiciera.
En un instante fatal, comprendí que
si no cruzábamos palabra, en un abrir y cerrar de ojos se habría desvanecido de
mi vida para siempre, como tantas otras personas de las que me había sentido
tan intensa como fugazmente enamorado. Pero esta vez no habría de ser igual.
Tenía que decidirme. No reprimir el impulso que me abalanzaba hacia ella.
No sé todavía cómo se llama, pero
desde aquella mañana en que su rostro y el mío se confundieron en el cristal de
la ventana del bus, hemos quedado ligados los dos por algún extraño lazo más
fuerte que la propia existencia. Ya sólo tendré que esperar a que alguna vez
pronuncie mi nombre, y sabré por fin si ella vive en mi sueño o soy yo la
criatura de ficción que se ha instalado en su cerebro gozando continuamente de
su intimidad más recóndita y embriagadora.
[José Antonio González Soriano]
Esta tarea que has realizado es ideal como punto de partida del Curso, adentrarse en la imaginación y tirar del hilo es sin duda un goce continuo!!Besos
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